26.1.14

Historias de una mesa (IX)


Me habían contado muchas historias las demás cosas quietas, algunas tan absurdas como que todos nosotros tuvimos su origen en ella. Yo no les creo, porque se que las mesas nacemos en el planeta IKe@ y las cosas móviles nos van formando, pero a medida que me acercan a ella noto una sensación que no sabría explicar, su aspecto da miedo, pero.... ¿mamá?

7 commenti:

María José Moreno ha detto...

Sorprendente final, no sabía por donde ibas a ir. Lo del planeta Ikea es genial. Un besito

Noelplebeyo ha detto...

desbordas creatividad

te contratarán en Ikea

Anonimo ha detto...

Ayyy Carlos!!! Me ha dado hasta angustia el final jajaja! Decirte que eres el mejor, hoy por hoy, se me queda tan corto...que dejaré que Venus hable por mí esta noche. Búscala desde el torreón más alto de tu fortaleza de los sueños (seguro que la encuentras, la magia nunca se esconde de otra magia :) Hoy brillará muchísimo.
Un beso aristogático!!! Seguimos uniendo puntos, hasta hacer un tapiz que eclipse el cielo y lo vuelva más azul aún si cabe!!!
PD: ¿Ves? Si hasta las mesas que viven contigo son únicas y especiales.

J.L. Galán ha detto...

Carlos, tienes una nominación a los premios Liebert ;-) Un abrazo http://www.utopiadesueños.com/2014/02/nominacion-los-premios-liebster.html

Gliphe ha detto...

No sé si te has dado cuenta, pero la próxima, es la décima entrada sobre "Historias de una mesa". Jeje.

En ningún momento me imaginé una historia así (de graciosa). Felicidades por el restultado ¡Muchas gracias!

Esther ha detto...

Increíblemente original y quieras o no, arranca una sonrisa. El dichoso Ikea :P Intuyo, SÉ que te gustan mucho las cosas de Ikea. ¿Me equivocaré?

Yo a veces siento que las cosas de Ikea se van a desmoronar :p Tampoco sé si sería capaz de montar algo en condiciones ¡Ja,ja,ja! Aunque sinceramente, jamás lo he probado. Debe de ser entretenido, siempre y cuando no te machaques el dedo con un martillo :P

LAIA ha detto...

Considero el relato ameno, breve y con un toque de reflexión profunda. Genial!