Se le olvidó la contraseña y no pudo acceder a la información. Y el tiempo no iba a esperar a que la recordara. La hora se acercaba y los efectos no tardarían en aparecer.
Repasaba fechas, eventos, cualquier nombre o detalle que le diese una pista. Como centellas pasaban por su mente datos y más datos.
De repente recordó la palabra que debía teclear. Pero ya era demasiado tarde. Y el reloj de la cuenta atrás había llegado a su final. Nunca estuvo tan cerca en sus quinientos años de existencia de deshacer de la maldición de la media luna, pero un inoportuno fallo de memoria le privó de ello.
Su grito maldiciéndolo pareció no conmover a la luna que desde la noche esbozaba el perfil de su irónica sonrisa.
La transformación iniciaba su estremecedor proceso. El cuerpo se iba cubriendo de pelo, sus orejas adquirían puntiagudas formas. Las mandíbulas van adaptándose al contorno de un hocico que antes fue su nariz mientras su dentadura se presta para dar las más terribles dentelladas.
Un largo rabo junto a las zarpas que antes formaban sus pies y manos completan la transformación.
Husmea el entorno. Su naturaleza devoradora busca su primera victima.
A diferencia de sus pariente cercano el hombre lobo, él pasa desapercibido entre la gente. Pero debe resguardarse muy mucho de su peor enemigo:
El gato.
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4 giorni fa
18 commenti:
¿se ha transformado en una rata? no me lo puedo creer, que asco. jajaja muy bien contado, pensaba que se trasformaría en un lobo, pero me has sorprendido como siempre.
Jajaja!! pero qué arte tienes para darle la vuelta a las cosas y generarles un final que no se espera nadie!!! chapeau!
Besines!
Brrrr una rata! Que sueño inquietante! Afortunatamente yo tiengo una grossa gata :-)
Besos
juajua!
Uf! me ha recordado un poco a la Metamorfosis de Kafka, cuando lo leí no podía dejar de imaginarme al pobre hombre transformándose...igual me ha pasado con tu relato...jajaja buenísimo el final, no me esperaba que fuera una rata!!!
Besotes Carlos!
Felicitaciones, esta chulisimo
jajajajaja
¡Qué bueno! Me ha divertido...
Queralt.
Carlos,amiguco¡¡¡
Mira,al leer lo del hmbre lobo...me dió un poco de "canguis",a estas horas de la noche y creciendo la luna como éstá...Pero eres increible¡¡
El final del gato le dió un toque de... hasta ternura.
Besucos
Gó
P.D.
Niño,que tengo tu link en mi space y cuando doy a él no aparece,buaa.
Voy a ponerlo de nuevo a ver si es un error,pero ya me da ira¡¡¡
Cralosssssssss,ya lo conseguí¡¡
olví a poner tu URl;copié y pegué y .zas,se hizo la luz¡
Ahora ya puedo entrar sin mediación de nadie.
Besucos
Gó
Marramiau ;)
¡Mardito roedore! (insertar aquí voz del gato Jinx -el de Pixie & Dixie-) :P
¡Mola! Y, contra todo pronóstico según lo que pensaba al empezar a leer, el "transformado" no me da miedo sino repeluco!!!! :S
Un besitooooooo!!!!
parece sacado del libro Marranadas de Marie Darrieusseq (Creo que se escribe así), buen libro, lo recomiendo.
saludos
¡Qué lenta soy! creía que sería un h9ombre lobo, luego pensé en un perro y de no ser por María José no habría caído en que se transformó en rata. Como siempre, sorprendente.
¿Se convierte en ratón? Jijiji... me encanta el toque final, eso de decirlo todo sin terminar de decir nada... sobresaliente! ;)
gatos encerrados mueven los ejes del mundo
.*
Pasé para devolverte la visita y el relato me encantó. Ha sido muy original. Yo escribí sobre transformaciones que no son lo que parecen en mi blog, pero este post fue brillante.
Un saludo
Oye, qué ocurrente. Muy bien descrita la transformación, y el giro final le ha dado más interes al asunto. Muy bueno. A ver si me paso más por aquí ;)
Un abrazo,
Pedro.
¡Qué chulo! Tuviste una idea genial.
Espero que no fuera una rata gigante, que si encima fuera eso... ...odio a las ratas, por un trauma que tuve con unos hamsters: una vez tuve una pareja de hamsters y como no sabíamos nada pues, un día criaron... ...el macho se comió a todos los ratoncitos pero, uno se cayó y se quedó enganchado en la valla del balcón. Una perra que tenía por aquel entonces, intentó llegar a él pero, no pudo porque la barandilla además tenía una verja... ...sólo logró empujarlo y hacer que se cayera a la calle. Luego te asomabas por el balcón y veías una cosa rosa y llena de hormigas... ¡qué horror! Salvo un humano pirado, yo no he visto otros animales a parte de roedores que sean capaces de comerse a sus hijos. Y encima que te peguen la rabia ¡qué asco! Antes de aquello no me disgustaban, incluso los sacaba por el balcón un poco, para que se pasearan.
Saluditos.
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