Buscaba la mesa de París, y sólo he encontrado la que está aquí al lado con la botella azul y el café, y quizá la lluvia, si no fuera porque el libro no está mojado. Aún así me alegro de haber venido, no siempre es fácil encontrar el camino que te lleva al lugar más hermoso del bosque... Quizá hasta dejaría de buscarlo... Creo que en estos días volveré a Bach. Para que mientras suena de fondo, fluya este universo cruzado.
Podría, Carlos, perderme en el camino hacia el bosque, gustosamente, de la flor azul a la taza, del camino a la corteza, a la frase, a la lluvia, a la música, a la magia, a las cartas, a los melocotones, a los puentes,a los segundos, los abrazos, las metáforas, al amor, los quizás, el sinsentido, los gestos, las caricias, el tiempo, el tiempo, las palabras.. Tengo que hacerte una pregunta: ¿eres de los que vuelan por necesidad?
Gracias por el regalo. Y por el título de nuestro libro: Dieciséis días de invierno. ¿Sabes? Yo también estoy en el camino. Tengo tu poema. Y la sorpresa de tus palabras. Y una sonrisa siempre cuando veo que el numerito de los comentarios ha cambiado. Cada vez leo con más avidez. Nunca he ido a Francia. Y me encantaría perderme por los escenarios que describe Proust. Y me gustaría beber vino en la Toscana, por el tópico. Escribir un poema a medias. Y pasarme mucho tiempo en un lugar con sol. Por suerte, el invierno se está volviendo cálido, desde que te perdiste entre los árboles´..Casi casi primavera..
En estos minutos libres, me pregunto a mí y te pregunto a ti, cómo puede parecerme tan imprescindible el color de tus flores ayer, hoy.. ¿De qué color es tu cielo, hoy?
¿Magia? No.., si pudiera, cambiaría el frío por la primavera, y cambiaría este devenir de mi alma de la tristeza a la alegría, del amor al odio, por un alma sencilla a la que no le importasen demasiado la profundidad de las cosas, que no anduviese tan perdida siempre, en busca de una respuesta que no tiene pregunta, como dice Cernuda. Si hiciese magia, las palabras dibujarían un presente interminable donde hubiese jardines con lilas, hierba y sol, té y un libro. Un beso acordado y pleno, un amor sin dobleces. Si hiciese magia, convertiría la cobardía en atrevimiento, si hiciese magia, tal vez, construirías un universo que mirase hacia el mío sorprendido pero feliz, de tanta coincidencia abismante. Si la hiciese, prometo que en esa silla estarías tú escribiendo estas letras para mí, que llegaría de repente a recordarte que estoy y existo, sólo con el propósito, puede, de encontrarte.
"¿Debería empujar el momento a su crisis?.." La canción de amor de J.Alfred Prufrock es uno de mis poemas preferidos, lo he leído y recordado muy a menudo. Y pocas veces, Carlos, escuché su eco. Estaba Prufrock y los momentos, Prufrock y su miedo a la indecisión. Hay un vértigo indolente que me empuja cuando pienso en ti, como a él. Tú eres el poema y tú eres la voz que dice "en absoluto, en absoluto es eso lo que pienso". Desde que te conozco los instantes se fragmentan en posibilidades. Cuando la intuición converja en realidad, ¿estaremos preparados? "hace tanto tiempo que te espero..."
Casi dormida ya te escribo estas letras. Qué bien que fuiste en busca del ordenador..Que pude encontrarte otra vez antes del sueño. ¿Puedo pedirte que me arropes en él, que conviertas la noche en otro sendero posible para los dos? Ansío tus palabras a cada momento, que me salvan y me sosiegan y enervan. Y tus abrazos... ¿qué esperas, qué ansías, qué amas, qué quieres tú?
¿Debería sorprenderme? ¿O creer definitivamente en esto raro, feliz que sucede? Boccherini.., llegué por casualidad a él en una época en la que buscaba música de violonchelo. Compré un cd al azar y lo escuché muchas veces, muchas. Me encantó. Hace unos días, cuando escribía el cuento y apareció Bach, y lo del violonchelo, volví a acordarme de Boccherini, pensé rescatarlo, y luego lo olvidé. Hasta ahora, que aparece entre tus letras su nombre. Definitivamente me dejo llevar, este poema que se escribe, me gusta mucho más que cualquier otro por leer.
Querido Carlos: Más o menos creo que siempre he tenido prisa por llegar a algún lugar. Hacía las cosas con rapidez y vehemencia para pasar a una nueva historia. Tal vez no he hecho más que desdibujarme para saber qué siento, qué soy, qué.., deconstruirme para entenderme. En mi afán por saber qué soy, me he perdido tanto... A veces he querido parecerme al mundo, pero siempre la soledad me hacía alejarme, no sé si la temía o la buscaba. Hice del amor mi propósito en la vida, ensalcé la pareja humana (la del poema de Aleixandre, ésa y no otra), hice de la pareja humana, el motivo de mi vida. Hasta tal punto que la pasión que envolvió todo el amor que me entregaban, que entregué, se convirtió también en desasosiego, en búsqueda interminable, y se me fue de las manos una y otra vez, lo arrojé lejos, en cuanto pude. En el camino idealicé siempre. Y me convertí en lo que soy ahora. Tan inmersa en esta locura literaria, que ya no sabía por dónde empezar a desdecirme, a admitir la derrota. Estaba a punto. A punto de rendirme, de dar la razón al pragmatismo, a la fealdad, al ruido. Entonces apareciste tú. Y tus fotos y tus palabras. Y, de repente, las velas sopladas con avidez, las estrellas fugaces empezaron a reír conmigo nuevamente, a rescatarme del tedio y empujarme a tus inmensas ventanas.
Llegué hasta aquí sin buscarlo, tal vez eso era lo que significa el destino. Tendremos que empezar a construir una nueva alegría que venga de esa nada hacia la vida, que haga desaparecer el gris de la calzada y enmarque en azul cada momento.
No sé qué buscas tú en el camino, qué has buscado. No sé si mil abrazos te acompañan y el mío es sólo un número aislado. Tendrás que resolverme estas dudas, dejarme poco a poco alguna huella que enlace mi premura con tus ganas.
Un abrazo de presente, un abrazo, tal vez, voluptuoso¿?
Te concedo un deseo a cambio de un deseo: cuéntame cómo es un día cualquiera en tu vida: un hoy, un ayer.. Ése es mi deseo, para hoy, antes de que acabe el día, ójala.. nuestro día.
Piénsalo.. Un abrazo. ¿Tu sofá es azul o metafóricamente azul? ¿Podemos canjear algún abrazo por un beso?
He esperado con impaciencia que llegara la tarde. Esa hora en la que otros días ya estaban en mi blog tus palabras. No quería mirarlo antes, quería ir con seguridad y abandonarme a la alegría del numerito. Me gustó tanto tu mensaje de anoche.. No estás. Pienso, no habrá podido, este deseo de ti es tan absurdo, quizá, este sentimiento alentado por las citas veladas, a las que hemos acudido sin demora en estos días... Echo de menos tus palabras, como si fuese una niña torpe a la que han plantado en el banco de algún parque. Y vuelvo a repetirme que no debo ir corriendo a ninguna parte. No has podido estar aún. Eso pasa. Voy del correo al blog. No hay palabras.. Esta urgencia también es adorable, no creas que no lo sé. Espero que tu día esté siendo hermoso, aunque frío. Un beso
Tengo un deseo para hoy: me gustaría que nos escribiéramos en el messenger, desde el correo esta noche, si no vas a salir. ¿Gasto un estrella fugaz en ello? ¿Quieres tú?
Me gusta el azul, es mi color favorito. Parecen dos flores amantes :) Me queda pendiente la historia del violinista, que veo por arriba. No dudo que tendrá algo mágico, como todos tus textos. Ahora me voy al llit :) Bona nit :)
Para mí supuso un cambio de perspectiva interior, no uno de esos que te hacen ver las cosas positivas, pero sí uno de esos que después de haber pasado por ellos, sabes que nada será lo mismo. El vértigo de los libros..., te arriesgas a que te cambien sin remedio. Y eso ya es mucho. Un abrazo azul y proustiano.
29 commenti:
bonito color y variedad
Oooooohhhh qué tierno :) Yo me pido la oscura jiji
Preciosa foto, Carlos.
Podría decir también "a tu... lado".
Un beso muy fuerte y aplaudo lo que haces.
Mi color preferido...alma de gallina :)
Favole
No sé si has publicado, Carlos, pero yo me compraría un libro tuyo, sólo con que su portada tuviese este poemilla visual.
Buscaba la mesa de París, y sólo he encontrado la que está aquí al lado con la botella azul y el café, y quizá la lluvia, si no fuera porque el libro no está mojado. Aún así me alegro de haber venido, no siempre es fácil encontrar el camino que te lleva al lugar más hermoso del bosque... Quizá hasta dejaría de buscarlo... Creo que en estos días volveré a Bach. Para que mientras suena de fondo, fluya este universo cruzado.
Has hallado ya el camino en el q hay violines y alguien te espera? Ella..También eso es hermoso.Entonces de soledad hablaré yo esta vez.
Podría, Carlos, perderme en el camino hacia el bosque, gustosamente, de la flor azul a la taza, del camino a la corteza, a la frase, a la lluvia, a la música, a la magia, a las cartas, a los melocotones, a los puentes,a los segundos, los abrazos, las metáforas, al amor, los quizás, el sinsentido, los gestos, las caricias, el tiempo, el tiempo, las palabras.. Tengo que hacerte una pregunta: ¿eres de los que vuelan por necesidad?
Ah, ya se me olvidaba,... si me regalases tu poema visual, "azu...lado", lo pondría en la pared. Piénsatelo..
Seis segundos, de belleza.
Gracias por el regalo. Y por el título de nuestro libro: Dieciséis días de invierno. ¿Sabes? Yo también estoy en el camino. Tengo tu poema. Y la sorpresa de tus palabras. Y una sonrisa siempre cuando veo que el numerito de los comentarios ha cambiado. Cada vez leo con más avidez. Nunca he ido a Francia. Y me encantaría perderme por los escenarios que describe Proust. Y me gustaría beber vino en la Toscana, por el tópico. Escribir un poema a medias. Y pasarme mucho tiempo en un lugar con sol. Por suerte, el invierno se está volviendo cálido, desde que te perdiste entre los árboles´..Casi casi primavera..
Otro abrazo in crescendo
En estos minutos libres, me pregunto a mí y te pregunto a ti, cómo puede parecerme tan imprescindible el color de tus flores ayer, hoy.. ¿De qué color es tu cielo, hoy?
Un abrazo imprescindible¿?
¿Magia? No.., si pudiera, cambiaría el frío por la primavera, y cambiaría este devenir de mi alma de la tristeza a la alegría, del amor al odio, por un alma sencilla a la que no le importasen demasiado la profundidad de las cosas, que no anduviese tan perdida siempre, en busca de una respuesta que no tiene pregunta, como dice Cernuda. Si hiciese magia, las palabras dibujarían un presente interminable donde hubiese jardines con lilas, hierba y sol, té y un libro. Un beso acordado y pleno, un amor sin dobleces. Si hiciese magia, convertiría la cobardía en atrevimiento, si hiciese magia, tal vez, construirías un universo que mirase hacia el mío sorprendido pero feliz, de tanta coincidencia abismante. Si la hiciese, prometo que en esa silla estarías tú escribiendo estas letras para mí, que llegaría de repente a recordarte que estoy y existo, sólo con el propósito, puede, de encontrarte.
"¿Debería empujar el momento a su crisis?.." La canción de amor de J.Alfred Prufrock es uno de mis poemas preferidos, lo he leído y recordado muy a menudo. Y pocas veces, Carlos, escuché su eco. Estaba Prufrock y los momentos, Prufrock y su miedo a la indecisión. Hay un vértigo indolente que me empuja cuando pienso en ti, como a él. Tú eres el poema y tú eres la voz que dice "en absoluto, en absoluto es eso lo que pienso". Desde que te conozco los instantes se fragmentan en posibilidades. Cuando la intuición converja en realidad, ¿estaremos preparados? "hace tanto tiempo que te espero..."
Te abrazo
Casi dormida ya te escribo estas letras. Qué bien que fuiste en busca del ordenador..Que pude encontrarte otra vez antes del sueño. ¿Puedo pedirte que me arropes en él, que conviertas la noche en otro sendero posible para los dos? Ansío tus palabras a cada momento, que me salvan y me sosiegan y enervan. Y tus abrazos... ¿qué esperas, qué ansías, qué amas, qué quieres tú?
Te abrazo durante la noche, si me dejas
¿Debería sorprenderme? ¿O creer definitivamente en esto raro, feliz que sucede? Boccherini.., llegué por casualidad a él en una época en la que buscaba música de violonchelo. Compré un cd al azar y lo escuché muchas veces, muchas. Me encantó. Hace unos días, cuando escribía el cuento y apareció Bach, y lo del violonchelo, volví a acordarme de Boccherini, pensé rescatarlo, y luego lo olvidé. Hasta ahora, que aparece entre tus letras su nombre. Definitivamente me dejo llevar, este poema que se escribe, me gusta mucho más que cualquier otro por leer.
Tienes mi permiso.. ¿Tengo yo el tuyo?
Querido Carlos:
Más o menos creo que siempre he tenido prisa por llegar a algún lugar. Hacía las cosas con rapidez y vehemencia para pasar a una nueva historia. Tal vez no he hecho más que desdibujarme para saber qué siento, qué soy, qué.., deconstruirme para entenderme. En mi afán por saber qué soy, me he perdido tanto... A veces he querido parecerme al mundo, pero siempre la soledad me hacía alejarme, no sé si la temía o la buscaba. Hice del amor mi propósito en la vida, ensalcé la pareja humana (la del poema de Aleixandre, ésa y no otra), hice de la pareja humana, el motivo de mi vida. Hasta tal punto que la pasión que envolvió todo el amor que me entregaban, que entregué, se convirtió también en desasosiego, en búsqueda interminable, y se me fue de las manos una y otra vez, lo arrojé lejos, en cuanto pude. En el camino idealicé siempre. Y me convertí en lo que soy ahora. Tan inmersa en esta locura literaria, que ya no sabía por dónde empezar a desdecirme, a admitir la derrota. Estaba a punto. A punto de rendirme, de dar la razón al pragmatismo, a la fealdad, al ruido. Entonces apareciste tú. Y tus fotos y tus palabras. Y, de repente, las velas sopladas con avidez, las estrellas fugaces empezaron a reír conmigo nuevamente, a rescatarme del tedio y empujarme a tus inmensas ventanas.
Llegué hasta aquí sin buscarlo, tal vez eso era lo que significa el destino. Tendremos que empezar a construir una nueva alegría que venga de esa nada hacia la vida, que haga desaparecer el gris de la calzada y enmarque en azul cada momento.
No sé qué buscas tú en el camino, qué has buscado. No sé si mil abrazos te acompañan y el mío es sólo un número aislado. Tendrás que resolverme estas dudas, dejarme poco a poco alguna huella que enlace mi premura con tus ganas.
Un abrazo de presente, un abrazo, tal vez, voluptuoso¿?
Te concedo un deseo a cambio de un deseo: cuéntame cómo es un día cualquiera en tu vida: un hoy, un ayer.. Ése es mi deseo, para hoy, antes de que acabe el día, ójala.. nuestro día.
Piénsalo.. Un abrazo. ¿Tu sofá es azul o metafóricamente azul?
¿Podemos canjear algún abrazo por un beso?
¿No vas a gastar tu deseo?
Tu beso me llega y me arropa mientras me deslizo
de las sábadas a la posibilidad de coincidir en ti sueño...
Un beso..
Te he escrito un correo creo.Te beso
He esperado con impaciencia que llegara la tarde. Esa hora en la que otros días ya estaban en mi blog tus palabras. No quería mirarlo antes, quería ir con seguridad y abandonarme a la alegría del numerito. Me gustó tanto tu mensaje de anoche.. No estás. Pienso, no habrá podido, este deseo de ti es tan absurdo, quizá, este sentimiento alentado por las citas veladas, a las que hemos acudido sin demora en estos días... Echo de menos tus palabras, como si fuese una niña torpe a la que han plantado en el banco de algún parque. Y vuelvo a repetirme que no debo ir corriendo a ninguna parte. No has podido estar aún. Eso pasa. Voy del correo al blog. No hay palabras.. Esta urgencia también es adorable, no creas que no lo sé. Espero que tu día esté siendo hermoso, aunque frío. Un beso
Tengo un deseo para hoy: me gustaría que nos escribiéramos en el messenger, desde el correo esta noche, si no vas a salir. ¿Gasto un estrella fugaz en ello? ¿Quieres tú?
Me gusta el azul, es mi color favorito. Parecen dos flores amantes :) Me queda pendiente la historia del violinista, que veo por arriba. No dudo que tendrá algo mágico, como todos tus textos. Ahora me voy al llit :) Bona nit :)
Recorre ese camino despacito, que de tanto volar, no sé dónde te escondes...Preciosa la foto del paraguas rojo...
Gracias por todos tus correos, son palabras hermosas.. Me encantó la luna de hoy, y la de tu foto.Un beso azul
Para mí supuso un cambio de perspectiva interior, no uno de esos que te hacen ver las cosas positivas, pero sí uno de esos que después de haber pasado por ellos, sabes que nada será lo mismo. El vértigo de los libros..., te arriesgas a que te cambien sin remedio. Y eso ya es mucho. Un abrazo azul y proustiano.
Bonita foto...
El azul es también mi color favorito....
Bss
susana
Primer 26 y una flor azul :)
Lo siento, pero a veces, es mejor desaparecer, simplemente...
espero que sigas disfrutando cada luna llena, que te vaya bien, que estés feliz...
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