19.1.10

Música para un sueño

- En el sótano está la primera pista - Murmura para sí en un atisbo de euforia que dura lo que tardan en matarle de nuevo.
En vano intentaba distraer su mente con el portátil, pero termina por cerrarlo. - Ojalá pudiese dar la vuelta al avión - Pensaba.
La cabina quedó a oscuras salvo por las lucecillas de emergencia. Dormir como hacían los demás pasajeros parecía su próximo paso, pero unos rayos de luna se colaban por la ventanilla superando el frío vaho que las cubría.
Entonces como si de las teclas de un piano se tratara comenzó a posar las yemas de sus dedos sobre aquel trasluz mientras en su mente resonaba aún la música del último concierto en que actuaron juntos.
Con la otra mano llevaba instintivamente el ritmo de los acordes con que iba acompañando aquel entrañable momento, y mientras cerraba los ojos, sus labios comenzaron a silbar la melodía.
Inmerso en su peculiar sinfonía no se percató de cómo en ese instante, junto a él, se sentaba una persona que se recostó cuidadosamente en el asiento escuchando en silencio aquel improvisado concierto.
El silbido junto al acompasado toque de los dedos, que ya habían convertido sus piernas en un piano, iban in crescendo a tono con la música que en su mente se reproducía, y cuando la percusión anunciaba el momento culmen de la obra sintió el contacto de unos labios sobre su mejilla.
Abrir los ojos y verla allí fueron las décimas de segundo que precedieron al beso mas deseado..
- ¿Pero y el concierto, y la gira?
- El concierto lo estaba escuchando y ya me había girado para escucharte..
- Eres….
- Somos.

12 commenti:

Paula ha detto...

Creo que no había mejor forma de acabar que con un beso tan deseado :)
Muy bonito, un abrazo

Paula ha detto...

Eres un escritor de sueños y magia. Si señor.

Un relato precioso.

Un abrazo!

Camaleona ha detto...

Dulce, muy, muy dulce...

Noelplebeyo ha detto...

Romanticismo musical capaz de desarbolar a cualquiera

Felicidades

Esther ha detto...

Muy bonito y romántico y por un instante estuvo en el concierto. ¡Mente es poder! Lo que decían.

Saluditos.

Virginia Vadillo ha detto...

:)
Es genial la música del cuerpo, verdad? Todo el mundo lleva dento una sinfonía...

"Somos". Me ha encantado :)

Maat ha detto...

Muy tierno, Carlos :)
Aviones dulcificaos por la música de un piano que templa el ansia y culmina con un beso...

...somos... [feliz palabra capicúa]

Un besote!

AdR ha detto...

Y música para un beso :) Porque aunque el post no tenga música, suena y se hace oír.

Magnífico, como muy bien nos tienes acostumbrados :)

Abrazos

Metalsaurio ha detto...

Muy bueno.

Un saludo!

María José ha detto...

¿qué música sonaba en su cabeza enamorada?

Mer ha detto...

Son y serán.

Abrazos.

Rebeca Gonzalo ha detto...

Te conocí en El Cuentacuentos con una historia que transcurría en un avión y hoy que leo ésta me llevo la grata sorpresa de revivir aquella sensación que tuve en su día, de estar por fin en casa y de una envidia sana, por el deseo de escribir cosas tan sutiles, mágicas y hermosas como las que tú nos brindas. De verdad, muy, muy, muy buena historia. Un abrazo.