1.12.08

El cuento de Caperusi... ojalá tenga pronto un final.


Amanecía en Vampiria. Sus habitantes a aprestaban para un nuevo día, digo noche, tras un día sangriento como cualquier otro.
En uno de los sótanos, en esta ciudad no había casas sino sótanos, un vampiro llamado Drácula, jugándose la vida, apuraba las últimas páginas de su cuento favorito, La bella durmiente, con los primeros rayos de sol, antes de que el sueño se lo impidiera.
Soñando con su amada estaba cuando llegado al momento en que el príncipe se acercaba a la princesa para despertarla con un beso, dejó caer una pequeña gota de sangre cayó sobre la imagen del príncipe, sería esta su venganza, pensó celoso.
Fue en ese momento cuando un enorme estruendo irrumpió en la estancia derribando muros y techos. Los héroes de Marvel invadían Vampiria.
La batalla duró breve tiempo porque, sorprendidos en sus tumbas, los vampiros apenas pudieron defenderse. Antes de expirar, Drácula pudo distinguir entre los vencedores que celebraban la victoria la figura de quien les delató pronunciando sus últimas palabras: Tú, Batman.
.- Rápido! – Dijo Spiderman a Antorcha – Quémalo todo, debemos evitar la propagación del virus.
Vampiria era una inmensa tea que arrasó todo lo que allí hubiese existido.
¿Todo? No. Un pequeño libro se salvó de perecer bajo las llamas. El último deseo del vampiro fue cumplido por la bruja Piruja que cambió su aspecto de negra capa por la de cuento volador y huyendo entre la humareda consiguió escapar sin ser vista.
A partir de ese momento una gran tragedia estaba a punto de suceder al mundo de los cuentos.
El libro a salvo ya en su país, Biblioteca, se acomodaba junto a los otros cuentos. Mientras en su interior el príncipe, portador sin saberlo del virus, se disponía a besar a la Bella durmiente. Pero en ese instante, sorprendido él mismo de su acto, en lugar de en los labios le mordió en el cuello. La princesa despertó con un enorme grito. El príncipe pilló tal susto ante tal rugido que se alejó corriendo hacia el bosque. Pero más aún se asustó cuando al acercarse a un claro de agua a beber agua pudo verse reflejado en ella y era… un lobo! No podía asimilar que le estaba pasando. Ni tampoco iban por lo visto a darle tiempo de hacerlo porque cual no sería su estupor cuando vio que un horrible ogro y un burro parlanchín se dirigían hacia él profiriendo gritos de no se que ciénaga. El príncipe, digo el lobo, emprendió la huída hacia el interior del bosque.
Tal revuelo no pasó desapercibido en los demás libros, conocedores ya de la destrucción de Vampiria y de la maldición del último vampiro, mohicano él, de contagiar en venganza a todo el país de los cuentos. Libros de otros confines de Biblioteca como de las regiones de Medicina, Informática o Cine, acudieron en su ayuda con todos sus medios porque sabían ya los estragos que el sida estaba causando en otros lugares en donde todo aquello que fuese contaminado era destruido. Y aquella gota de sangre estaba contaminada.
La voz se corrió como la pólvora por todos los cuentos. Y la peor parte se la llevaron los príncipes. Así Blancanieves lloró amargamente viendo como los enanos prendían fuego al príncipe. La Bestia retrasaba como podía el momento de transformarse en uno, Cenicienta luchaba contra sus hermanastras porque no quería ir al baile, mientras en palacio buscaban por todos los rincones al príncipe. El cual, esa noche había acudido aconsejado por Merlín al lugar en donde yacía la mujer más bella que sería su esposa si la despertaba con un beso.
Poco podían imaginar que aquel príncipe era el lobo que cada vez más asustado buscaba una explicación a lo sucedido por las entrañas del bosque.
En esto estaba cuando escuchó cantar a una joven que portando un lazo rojo se acercaba por el camino.
.- Hola – Le dijo Caperucita, que así se llamaba, al lobo.
.- Hola – Respondió el animal con voz debil.
.- ¿Colaboras contra el sida?
.- ¿Contra qué? – Dijo el lobo contrariado.
.- Contra lo que tú tienes. Es un virus que has contraído. Pero ¿No escuchas el sonido de las páginas como te están buscando?
.- Pero, pero que dices? Y quién eres tú que sabes tanto?
.- Soy un personaje digital, un programa que han introducido quienes crearon este cuento para localizarte y terminarlo.
El príncipe, digo el lobo, escuchaba todo aquello perplejo, sin entender una palabra.
.- Que eres que?
.- No hay tiempo que perder – Replicó Caperucita – Venga a colaborar.
Entonces se abalanzó sobre el lobo y tras un forcejeo en el que el lobo poco pudo hacer ante el Basilisco en aquel ser se convirtió.
.- Te voy a vacunar sí o sí y salvaremos al país de los Cuentos.
El rugido del lobo al recibir el pinchazo se escuchó por toda Biblioteca.
El sida había sido eliminado.
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Es un cuento, pero sería genial poder decirlo en la realidad, queda mucho por hacer y lo bueno es que medios haberlos haylos, que se tarde mas o menos tiempo dependerá solo de nuestra sociedad.
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¿El príncipe, digo el lobo? Pues conoció a Duquesa, una bella gata parisina y asiste en estos momentos a una actuación de jazz de los Aristogatos
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16 commenti:

Inés ha detto...

Hola Carlos,

Que relato tan original, te engancha de principio a fin, me ha gustado mucho, y el mensaje que tiene.

Yo como tú, espero que un día no muy lejano, la esperanza se convierta en realidad, y que podamos leer, escuchar un final feliz como en los cuentos.

gracias por tu visita, me ha hecho mucha ilusión.

un beso y hasta pronto,

alguien ha detto...

Jajaja, sí que es original, qué manera de entretejer mitos, amigo!
Un abrazoo

Elena Cardenal ha detto...

A mi también me ha parecido una rallada, jaja...hay mezclándose todos...pero la moraleja es buena, como no mostrando los buenos ideales que tienes.

Besos!!

María José ha detto...

la idea era coger un cuento y actualizarlo??
tu como siempre saltándolte las reglas y haciendo lo que mejor sabes, escribir y contar, imaginar y reflexionar... y mezclando todos los cuentos y encima ponerle moraleja, me alegro que sigas siendo tú.
No dejes de serlo.

Virginia Vadillo ha detto...

Buen final feliz para tu biblioteca de cuentos! Espero que esa Caperucita salga pronto del mundo de la imaginación y se de un paseo por el mundo real y nos deje finales igual de felices =)

Eria.. ha detto...

Me quito el sombrero. Porque yo estaba toda entretenida divirtiendome letyendo tu cuento y pensando en mirar mis librerías de rojo hasta que de repende me has puesto los pies en el suelo. Muchas gracias.
Todos somos victimas en potencia.
Besitos varios.

Dibújame una sonrisa... ha detto...

No sé si se hará realidad o no..pero no estaría mal empezar por luchar con los medios que tenemos...ojalá se vaya teniendo mayor conciencia..ojalá!
Besines!

Io ha detto...

Ja,ja,ja,ja

Un relato genial para denunciar una plaga sospechosamente accidental y terriblemente mortífera.

Enhorabuena, Carlos, porque tu lazo rojo va mucho más allá de un simple día conmemorativo.

Muchos como tú, eso es lo que hace falta.

Un beso y un abrazo enorme.

Isabel Tejada Balsas ha detto...

que condensación, madre .^

Sara ha detto...

Cómo me ha gustado!! Has metido un poco de todo, personajes de cuento, superhéroes, de Disney, de cine... ha sido como dar un paseo por mi infancia (y adolescencia jiji) lo cual siempre es recomendable!! ;)

Camaleona ha detto...

No sé si podré contárselo a mis hijos. Igual cuando tengan catorce años...

Nahuel ha detto...

muy muy bueno, para divertirte un buen rato...saludos, nahuel

Rebeca Gonzalo ha detto...

Me he perdido por momentos con tanto personaje, pero desde luego imaginación no ha faltado. Creo que están todos los personajes posibles que uno pueda recordar de sus cuentos infantiles. ¡Enhorabuena!

Diang Lugo ha detto...

Me ha encantado este relato donde derrochas tanta creatividad y orignalidad, acompañadas de ese toque sencible y humanista que se necesita.

ojalá y fuera así de fácil. Que bueno sería poder decir que no es sólo un cuento, sino que en la realidad con una simple vacuna se puede destruir por completo ese virus que ha acabado con la vida de millones de personas y que atenta diariamente con la vida de muchos más...

espero que pronto, exista un verdadero final feliz...

Anonimo ha detto...

Caí aqui desde el blog de nebula,nunca pense que diria esto pero ha sido una grata caida!

Seguiré paseando por aqui,si me lo permites claro.

Mer

Óscar Sejas ha detto...

Y te dije que este pequeño homenaje a los diversos cuentos y con el transfondo que le has dado se convertirá pronto en un greatest hit tuyo.

Enhorabuena por abrirnos los ojos, y por hacernos soñar un ratito.

Un abrazo.